viernes, 16 de abril de 2010

Pon una doula en tu embarazo. La opinión.

Reportaje sobre las doulas aparecido en el periódico La Opinión, de A Coruña.

Pon una doula en tu embarazo
. Por Silvia Camesella.

Una decena de mujeres ejerce esta profesión en Galicia, una labor que consiste en acompañar a la embarazada en su camino hacia la maternidad y que antes ejercían las madres.

Su presencia todavía no está muy extendida en Galicia pero en el resto del mundo tienen un amplio reconocimiento. Se denominan doulas y su función es guiar a otras mujeres durante el embarazo, el parto y el puerperio, ofreciendo soporte físico y emocional durante estas tres etapas. En Galicia hay cuatro doulas oficiales aunque ellas mismas aseguran, "hay alrededor de una decena". Carecen de títulación oficial pero tienen aspectos en común:son madres y sus conocimientos los han adquirido a través de sus profesiones

SILVIA CAMESELLA | A CORUÑA Existen desde tiempos inmemoriales y están en todo el mundo. Su figura, hoy denominada doula, nació originariamente en el seno familiar, donde las madres transmitían a sus hijas sus conocimientos fisiológicos y psicológicos acerca del embarazo. Sin embargo, el incremento de la movilidad laboral en los últimos años ha propiciado que esta situación cambie, obligando a la pareja a enfrentarse sola a la maternidad sin referentes externos. Por ello, este rol ha sido asumido por las doulas, profesionales ligadas al mundo de la maternidad que acompañan a las embarazadas en sus distintas etapas antes y después del parto y durante el puerperio.

Las doulas carecen de una titulación oficial, aunque sí convocan cursos para ampliar conocimientos. Su presencia en España es amplia y está registrada en su página www.doulas.es. En la comunidad gallega solo hay cuatro mujeres dadas de alta aunque, según comentan algunas de ellas, en realidad son más, alrededor de una decena.

Luzia Titán es doula desde el año 2006 y cubre la zona de Vigo y alrededores junto a otras dos profesionales. Durante este tiempo, ha ofrecido soporte a unas sesenta mujeres en sus distintas etapas del embarazo y ahora apoya a seis futuras madres. "Soy educadora de masaje infantil y trabajo en DeLeite -grupo de apoyo a la lactancia materna- pero la formación de doula es más bien empírica, depende de la inquietud que tengas para buscar tu propio aprendizaje", comenta Titán.

La experta afirma que en su zona tiene una gran demanda, algo que no ocurre con otras acompañantes. "Al principio pedía a las embarazadas ser su doula pero ahora son ellas las que me buscan", asegura, y puntualiza: "Se enteran por el boca a boca y por la web". A María del Carmen Santorum, que lleva veinte años ejerciendo como doula en Vilagarcía, no le ocurre lo mismo. "Aquí está poco instaurado el grupo de apoyo. Llevo veinte años en la ciudad y en este tiempo he atendido casos puntuales", afirma esta matrona que ahora ofrece soporte a dos mujeres.

Contaminantes externos

"Somos las intermediarias entre la pareja y el medio ya que la embarazada está expuesta a muchos contaminantes externos", explica Santorum. Esta doula también es monitora de lactancia materna y declara que otra de las funciones de la doula es "ofrecer apoyo psicológico, hacer que la mujer se sienta segura, resolver dudas fisiológicas y ayudarle a superar sus sentimientos contradictorios durante el embarazo, algo bastante común". Nuria Otero, doula en la ciudad de A Coruña y alrededores, considera que su función es cubrir la carencia afectiva de la futura madre pero sin enjuiciarla "ya que no tenemos un vínculo emocional que nos una", aclara esta vecina coruñesa.

Al contrario de lo que se pueda imaginar, el primer contacto entre la embarazada y su doula resulta natural porque, según considera Otero, "nuestra figura existe desde tiempos ancestrales". Luzia, por su parte, destaca: "Las futuras madres se muestran muy abiertas y en seguida te hacen saber sus dudas". Y cualquier sitio es óptimo para entablar relación. María del Carmen suele visitar a las futuras madres en su hogar pero también queda con ellas para tomar un café o dar un paseo.

Nuria Otero señala que la frecuencia de visitas depende de su disponibilidad y del requerimiento de la mujer aunque en general suelen citarse una vez al mes. Del mismo modo, su papel como doula puede prolongarse hasta que se implemente la lactancia materna, una decisión que también está en manos de la madre.

El perfil de ésta varía según la doula. Luzia y Nuria coinciden en afirmar que "hay mujeres de cualquier rango social" y, en cuanto a la edad, predominan las mayores de 30 "porque es la tendencia actual", aclara Luzia. Sin embargo, en el caso de Santorum, las mujeres suelen ser profesionales: "Supongo que es porque tienen un mayor acceso a la información sobre nosotras", estima.

La mayoría de las doulas cobran una módica cantidad por su compañía, dependiendo del tiempo y la frecuencia de visitas. "Esto es un trabajo en el que inviertes tu tiempo", comenta Luzia. Aunque ahora todas las doulas son mujeres, en un futuro no descartan la integración de doulos, así como de mujeres que todavía no han sido madres. "Esa cuestión la tienen que decidir los hombres y las embarazadas", opina Otero. Respecto a las doulas sin hijos, Nuria sostiene:"Hay chicas que tienen conexión con la maternidad sin basarse en la experiencia", concluye.

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